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Estoy frente al malecón de Puerto Plata...
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¿qué hago aquí? no sé.. lo que si se es que tengo ganas de salir corriendo, no lo niego, y es que cuando me pongo intenso la razón deja de funcionar. No quiero ver a nadie ni siquiera a mí. Me siento limitado, cortado y sin opciones. El mar hoy esta muy azul, demasiado azul, y la marea esta revuelta, demasiado revuelta.
Me siento susceptible…. Pero finalmente creo que es parte de la edad, a los 22 todos nos creemos filósofos, súper-poderosos, pero en el fondo solo somos súper-vulnerables.
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