jueves, 22 de octubre de 2009

Nostalgia: Así suenan mis recuerdos…

Nota:Todo el mundo sabe que ando nostálgico estos días… ¿Por qué? ni idea… pero ella anda de visita por aquí.

Música. Sonidos. Experiencias.

Creo que cada uno de nosotros tenemos sonidos, canciones, artistas que van marcando etapas de nuestra vida. ¿Se imagina este mundo sin canciones? ¿Sin artistas? Hoy uno de mis grandes amigos me invito, por segunda vez en lo que va de mes, a Puerto Plata a cumplir “obligaciones de trabajo” eso si con la radio a todo volumen, pues es la única manera de darle color a la vida. Y pensaba que aburrido serian los recuerdos sin una canción que los acompañara y en ocasiones sin una voz que interpretara, sin darse cuenta, lo que sentimos en ese momento. Se imagina la vida en un silencio eterno, al estilo budista en una reflexión constante, yo no. Soy dominicano disfruto el ruido, el no estar en paz, el gritar donde sea y cuando sea… en el fondo es como un instinto caribeño que según yo tiene que venir del exceso de salitre y mestizaje.

Pienso que experimente este sentimiento donde la música va delimitando etapas de la vida cuando mi mamá, muy chiquito me ponía a Mercedes Sosa y su “Duerme negrito” todas las noche antes de dormir. Recuerdo hasta el sonido de la antigua mecedora de caoba y guano donde cada noche me mecía en sus piernas, en casa de mi abuela ahí vivimos muchos años, esperando que yo cayera rendido. Ahí nació mi idilio con Mercedes La Negra Sosa, (tan bella esa mujer!) que se mantiene hasta la actualidad.



Después fui creciendo, y cuando uno va creciendo como que no piensa mucho… solo juega cosas que para nada te servirán, maltrata el cuerpo, oye pero no escucha, lee pero no analiza, hasta que finalmente llegas a cierta edad donde la estupidez decide, por suerte, abandonarte y vuelves a ser algo parecido a un ser humano.

Recuerdo con cariño la adolescencia y los Campamentos Rodantes con Cañisares, si mal no recuerdo fui a dos y nunca olvidare la carretera… si más que cualquiera de los de lugares que visité… esa horas y horas pensando, durmiendo y de vez en cuando soñando. Esta experiencia finalmente me enseño que bello es mi país y la suerte de ser caribeño, de tener playas que no tendrás que recordar con melancolía porque te puedes bañar en ellas cualquier fin de semana, que hay un lugar en el mundo donde la gente es feliz porque lo eligió y no porque tiene todo para serlo. Lo hermosa que es Bahía de las Águilas. Pero también, lo triste que es vivir en un batey o nacer haitiano, perdón, pobre y haitiano, que no es lo mismo. Cruzar la frontera y encontrarme en otro mundo desconocido… lleno de gritos extraños de vendedores desesperados que acuden como hormiguitas al mercado del pueblo haitiano limítrofe con Dajabón. Por aquellos días la canción la interpretaba Maná, “Te solté la rienda” de la autoría, sino me equivoco, José Alfredo Jiménez, confieso que cada vez que me monto en un autobús y me siento en la ventana la recuerdo y con ella todo lo que vi y viví.



El bachillerato que etapa… definitivamente única y penosamente irrepetible. Aquí varias canciones me vienen a la mente desde el merengue viejiiiisimo “Marola” de Sergio Vargas que ponían siempre en Tribeca, si porque nadie de mi generación puede negar que lo de nosotros fue Tribeca ya lo demás vino después. Lo oigo y me remonto a al balcón de Tribeca con todos mis amigos borrachisimos alrededor y sin deseos de parar, esperando “Satisfaction” de Benny Benassi, esta ya la destesto pero es parte de ese momento. Cuantos shots de tequila, cuantas margaritas, cuanto vodka, cuanto Brugal se bebió en esa época.





Después entre a la universidad y con ella conocí a Alina y Diana, ese primer semestre es inolvidable nos íbamos todos los viernes a un open bar en “El Templo” un lugar secreto que nunca debelaremos, que risa, pues entendemos que es demasiado de mala muerte como para decirlo con orgullo. Ahí se ingirió todo lo que nos daban por el poco dinero que pagábamos me imagino los litros y litro de alcohol adulterado que le metimos al organismo, y no es una hipótesis, nunca más me he vuelto a emborrachar como en esa época era algo extrañísimo. Pero lo que importaba era que al final no pudiéramos ni caminar… eso era ser feliz =) claro bajo nuestro concepto muy personal. Ya aquí lo de moda reggaetones… y con razón porque solo los aguanto con alcohol de por medio. "El Pam Pam" de Wisin y Yandel acompañado de los movimientos de mi amiga Alina y "Fantasma" de Zion que me recuerda ya un tiempo más actual en uno de mis mejores cumples en compañia de este par.



De los últimos años, nunca podré escuchar “Alma en libertad” de Paulina Rubio sin acordarme de todos lo buenos momentos junto a mi amiga Chuchu, o de “I’m yours” de Jason Mraz sin recordar a Gaby y nuestros días en Toronto, o “I Gotta Feeling” de Black Eyed Peas sin pensar en la unidad 19D1 de la residencia de verano Neill Wycik en Toronto y todos los muchachos.







Pero ya esta bueno de nostalgia… espero que el futuro depare muchas canciones, artistas que las realicen y momentos para vivirlas.

1 comentario:

La Titanica dijo...

A todos nos pasa, lo bueno es que no dura para siempre, cuando menos te lo esperes decide visitar a alguien mas y te abandona.. solo espero que no me visite a mi.