miércoles, 31 de enero de 2007

QuE MoMeNtO!


Fidelidad: cualidad de poder ser traicionado.*



Aburrido. Nauseabundo. Así se ponían las cosas tras casi tres años relación. Las cualidades cada día eran más difusas y las que se divisaban sinceramente me tenían harto. A veces creo que me hablaba por obligación, aclaro, nunca duden que yo también, por eso de repartir bien las culpas. Del frenesí de un principio al personaje principal de esta historia (que para hacérselo más fácil llamaré Andrea, sí como la linda niña de la película que en las noches se convertía en un horrible monstruo, qué mejor nombre ¿verdad?) Le quedaba poco. Y existía cariño, no obstante querido lector, uno se cansa de hablar, de repetir día a día lo que has hecho como si fuese dictado. Esperando que el argumento sobre la jornada se acabe para iniciar esos temas que lo arruinan todo.
-Es que tu no me dices lo que sientes- le reclamo a Andrea.
Quien cada vez que sentía que el baile se le complicaba se agarraba de la maldita preguntita.
-¿Tu en realidad me amas?” -¡Aaah mier@#! ¡Otra vez! pensaba yo.
-Adolfo yo creo que para ti esto es un juego – sacado conclusiones siempre pensando por ambos, simplemente con ganas de oír la respuesta o deseos interminables de joder, todavía no sé.
-Olvídalo- terminaba.
Y ahí arrancaba yo, del otro lado del teléfono, como si no fuera suficiente drama.
-No, si no lo resolvemos, esto se hace más grande –con mi tono de interesado, que ahora analizándolo ni yo me lo creía.
-No, dejémoslo ahí porqué me estoy enojando- decía Andrea en búsqueda de ruegos que en ocasiones cuando no era la hora novela o mi amiga Lenni no me llamaba en la otra línea llegaban. Si no la conversación concluía. Pues nadie esperara que dejara de ver un capítulo de La Otra o de escuchar las divinas historias de desamor de mi amiga en aquellos tiempos de secundaria donde todo era “tan grande”, para escuchar la “Letanías de Andrea” como ya había titulado el episodio de cada noche.

Con el tiempo las cosas empeoraban nos estorbábamos. Las llamadas se intercalaban un día si y el otro no. Las cosas que antes se sacrificaban con gustos se convertían en “el problema de llevar una relación seria contigo, es ese”. Además, como si fuera poco, Andrea pasaba unos días en Puerto Plata resolviendo “asuntos”, sí en la ciudad costera llena de morenitos más flacos, fuertecitos y bronceaditos que este servidor. Cosa que me reventaba el hígado, no sé si por las tentaciones o por el hecho de no ser yo el que estuviera allá.

En el momento menos esperado la antes mencionada tentación llegó. Le pondremos Hipo, si como ese movimiento impertinente del diafragma que se presenta de repente solo para jo#$% e irse, que asimismo me recuerda al nombre de ese personaje despreciable de la historia nacional, ex presidente de la Republica y presidente del PPH que mi madre me ha prohibido mencionar completo.

Hipo ni me agradaba, tenia tiempo rondando. No voy a negar que la idea se me hubiera cruzado por la cabeza pero, de ahí a concretarla era distinto. Sin embargo la vida nuevamente decidía por mí. Y así fue. Un hotel. Un fin de semana. Un infiel. Qué momento, por primera vez sentí esa mezcla de “What da’ fuck” y culpa, había traicionado muchas de las cosas en las que creía y era tarde.

Andrea nunca se enteró de lo sucedido, a pesar de que nada volvió ser igual. Parecería que lo que teníamos era más fuerte, sin embargo, como sucede en muchas relaciones largas, no evolucionó. Repetí la fechoría alguna vez más, antes de que nuestra reilación terminara sin que cuenta me diera. Desde aquellos días pienso que somos infieles porque las circunstancias nos llevan, ademas de que la carne, mis amigos, es débil. Y esto no tiene nada que ver con el amor. Esto lo digo por que “Andrea” es hasta el momento la persona que más he querido y estoy seguro que la que más me ha querido.

Nota: Qué cursi final ¿no? ... ¡Por Dios! Perdónenme denle a next blog, no importa.




*http://www.geocities.com/odiecus/chistes/castellano/diccionario.htm

jueves, 25 de enero de 2007

Me DeClArO uN iLuSo.


Decir que un hombre se entrega gratuitamente es decir una cosa absurda e inconcebible.*




La política es para mi interesante, parece ser la forma más lógica de resolver las problemáticas que enfrenta cualquier sociedad. Si aunque no lo crean, a pesar de nacer en un país de autoridades corruptas, de políticos mediocres y de ciudadanos que no apuestan ni un peso por el territorio donde viven y se desarrollan, me parece que en la política esta nuestra solución. Me toma por escribir sobre el tema porque percibo que estamos en un momento que si los líderes de esta nación lo visualizasen podrían marcar historia. Proponer futuro. Tomar un camino planeado, estratégico y claro hacia el progreso. Donde el protagonista sea un proyecto de país, dejando en el pasado las directrices personales que han demostrado que a nadie convienen y que ha hecho a muchos definir la política como un “Arte mediático basado en la mentira y en la descalificación.”**

El Partido de la Liberación Dominicana favorito para mantener el ejecutivo, con mayoría en ambas cámaras del congreso y en su momento de más arrastre popular, debiera tomar entre manos el destino de la República Dominicana. Pues, y para ser sincero, parece ser al que le corresponde mientras los demás, históricamente incapaces, se concentran en los desencuentros internos. Con la sensatez como protagonistas el PLD debiera asumir la causa, aprovechando la imagen de su principal dirigente Leonel Fernández, poniéndose como meta cambiar la práctica política nacional durante los próximos cinco años de gobierno (el que le resta al actual presidente y, suponiendo que ganasen, las próximas elecciones) haciendo un Proyecto de Nación preciso. De manera que sin importar quien este frente al ejecutivo, mientras sea del partido, los objetivos a seguir serian claros, los planteados a lo interno del Partido. Que comprenderían las partes convenientes de las mediadas asumidas por el actual Mandatario hasta ahora, asimismo, como las ideas de un nuevo líder quien seria la apuesta presidencial del partido para el 2008 (al parecer, si todo sigue como hasta el momento, se trataría de Danilo Medina. Para mí un tipo astuto, pero, sin mucho carisma. Excelente para la tarea pues con la personalidad de Leonel es más que suficiente) y también que seria el líder futuro de dicha organización, en lo que llega Domínguez Brito, debo confesar, dueño de todas mis esperanzas. Todo esto enriquecido por los aportes de las demás fuerzas políticas y la sociedad en general. Fernández como presidente del PLD y miembro del consejo de gobierno, el cual estaría formado por miembros de todos los partidos que hayan tenido la oportunidad de dirigir el país, se convertiría sin dudas en un personaje digno de mencionar en la historia del país. Siendo el primer presidente dominicano que pensó en alguien más que en el mismo.

Pero ya esta bueno de dar ideas ilusas, además, se que suena conformista pero solo soy otro insulso ciudadano.

*De "El contrato social" de Jean-Jacques Rousseau.
**Definida así en un foro de http://www.elliottistas.com.

miércoles, 24 de enero de 2007

Lo QuE eL SiStEmA sE LlEvO...



Yo que me encontraba enormemente estúpido todas las nuevas formas de enamorase comunes hoy en día “Conocí al amor de mi vida por Facebook” o algo por el estilo pero, no hace mucho tiempo viví uno de esos desgraciados momentos que el destino prepara para hacernos sentir la persona más ignorante del mundo. Otra vez la vida se burlaba de mí descaradamente y con vehemencia. Me hacia pagar las tantas veces que reí a carcajadas oyendo la historia de una de mis amigas y sus aventuras en la red, a miles de kilómetros de distancia, con su “nueva ilusión”. Y es que en tiempos de escasez cualquiera cae victima de la red invasora en esta la Era de la Información.

Suspirar antes que pensar nunca ha sido mi debilidad, en ningún aspecto, sin embargo la experiencia resultó ensordecedora parecía evitar esa voz interna que me decía “esto no va para ninguna parte y lo sabes” pero más tarde prefería acomodarme en la idea de que “en esta vida todo es posible”. No tengo idea de donde conocí esta persona. Aunque creo que elegí olvidarlo,  que en el fondo me provoca algo de vergüenza.

Parecía que hubiese estado toda la vida a mi lado. Tras semanas, no más de dos, iniciaron las charlas telefónicas. Eran intensas, largas, podían extenderse llegando frecuentemente a altas horas de la madrugada; abordando diversos temas desde Fidel Castro, Chávez hasta las posiciones sexuales favoritas. Ya para el mes los planes eran interminables “Voy en Año Nuevo veo opciones para pasar temporadas allá”, otros realmente siniestros para un niño tan independiente y sin compromisos más que con lograr sus objetivos como yo, no niego que tantos proyectos llegaban a acosar mi mente por aquellos días. Me resultaba raro tanto desprendimiento, sentí por primera vez que alguien podía ser capaz de dejarlo todo por mi. Me preguntaba si es que en realidad era yo el que nunca había estado dispuesto a dejarlo todo por alguien mas, y no que todo el que se habían cruzado ante mis ojos en el pasado era la máxima expresión del egoísmo.

En cuestión de poco más de cuatro semanas me había convertido en una persona intensa, cosa extraña en mi, si digo que pensaba y pensaba en el asunto miento pero ¿había encontrado la persona indicada? Claro esta que eso de pasar la vida entera juntos no me hacia tanta gracia. Me producía estrés. No obstante, el discurso aparentaba convincente y comenzaba a tomar forma en mi cabeza.

En ese instante justo donde se presentaban las primeras formas de ilusión en mi, cosa que de por si me pone de malhumor, la figura principal de esta historia (que por supuesto no soy yo, pues el título correcto si se tratase de mi, seria el bolsa principal) desaparecía. La llamada cada tarde que parecía, por como me lo tomé, se había convertido en una costumbre añeja nunca llegó. De la misma forma jamás llegaría la de la noche y su nombre no volvió aparecer del lado de los contactos conectados de mi Messenger.

Tras algunas tres llamadas fallidas de mi parte. Días después, ya con aquella ilusión pasada por el cu#$! “fue un bonito sueño” me convencí, sonó el teléfono una voz susurrante del otro lado me decía “te escribo mañana, estoy en casa de mis padres”. Al día siguiente me conecte cuando pude, una hora libre antes de un examen de filosofía, y ahí estaba aquel e-mail (como si alguien lo necesitara. Para mí era otra persona tragada por la tierra, de la cual no sabría jamás) iniciaba Bueno, espero te encuentres bien. El “Mi amor” y todo lo otro había quedado en el pasado, olvidado en los muchos correos que llenan la carpeta que, en mi bandeja de entrada, lleva su nombre. En el texto se incluían frases como He tenido muchos problemas, aunque te afecte no puedo continuar con esto (ya aquí mi idea del egoísmo regresaba más fuerte que nunca. Pero me dije se trata de simples circunstancias, entiende, y respiré profundo) necesito que todo tipo de comunicación cese. (Quién se esta tratado de comunicar contigo pedazo de ¡@#$$!, ya comenzaba a indignarme) Hay cosas que no todos entendemos pero hay que asimilarlas (Mínimo escribió con los efectos de alguna hierba descontrolándole el cerebro, pensaba yo, ¡quién no lo ha asimilado!) Si no quieres que mis problemas se agraven, no continúes, no estoy en la posición de explicarte nada pues, así me lo han informado mis superiores. (Continuar ¿con que? Ya me ponía rojo y miren que soy morenito) Se preguntarán sobre cuales son los superiores, y es que la figura principal de la historia nunca contó con que su profesión nunca se acoplaría con su plan de vivir al lado de una mata de coco, tomando el sol, disfrutando de la brisa de Puerto Plata y de mi compañía.

La frase cumbre del correo electrónico fue aquella que decía esto “no es tu culpa, si no del sistema” la verdad que agradecía la descarga pero, me preguntaba de qué maldito sistema me hablaba y lo más importante ¿por qué se mete conmigo? Me imagino el sistema como un grupo de “tigres” que tiene Bill Gate sentados en cómodas oficinas viendo como hacer más atractivo el uso del Internet, y yo fui un simple experimento.

De esta manera terminó mi historia cibernética tan irreal como empezó, yo sin creer en eso de Amor por Internet y como si no fuera suficientemente poco romántico ¡jodido por el sistema!