lunes, 28 de diciembre de 2009

Esto es una fiesta de...locas

No sé por que acepté. Siempre me pasa lo mismo, decido asistir a una de esas fiestas tumultuosas, llenas de un ruido (que la mayoría llaman música), donde el calor parece prender cada átomo presente en candela, y donde cada individuo (menos yo, por lo general) carga consigo intereses ocultos, que tratan de disimular cueste lo que cueste. Al final de la noche... o mas bien pasados los 5 o 10 primeros minutos ME ARREPIENTO, si en mayúsculas. Pero ya es muy tarde para remediar el error, y debo pagar las consecuencias de no haber pronunciado un tajante NO! que tan bien me sale, usualmente.
El castigo: una noche completa, y en navidad donde se suspende la ley de horarios para el expendio de bebidas alcohólicas (o sea que la fiesta se hace mas larga) rodeado de cientos y cientos de dominicanos, con todo lo que eso puede significar. Exaltación, brincos y aplausos sin razón alguna, saludos y abrazos fingidos por doquier, de gente que quizás has visto una vez en tu puta vida y que a la vez te dejan mojado de un sudor que jamás pensaste y mucho menos deseaste llevar contigo. Miradas inquisitivas, destructoras, esperando ser las primeras en descubrir los pecados ajenos, naturales de cualquier fiesta terrenal, y por supuesto, también ser los primeros en divulgarlos a tiempo real por esto del Blackberry Messenger y demás dispositivos móviles que han hecho más ágil y sencillo el libre transito del chismorreo.

Me tocó entrada general, y no me importa, ni siquiera sé quien realmente me la regalo, aunque puedo suponerlo pero entrar en esa aclaración me pude llevar la entrada completa así que se queda para otro día. Lo que se es que me la dio una amiga de la cual realmente dudo mucho que haya hecho tal inversión solo para contar con mi conocida mala compañía en fiestas y discotecas.

El panorama es aterrador. El VIP parece una escena de una película de Andy Warhol o algún otro director excéntrico, que realizo el casting para encontrar VIRP (Very Important and Ridiculous People) de la ciudad. El personaje que más me chocó fue un banquero (Pero banquero de bancas de lotería y apuestas, no de la banca comercial. Por si esto lo lee alguien que no conoce mi bella isla, estamos llenos o mas bien invadidos de bancas de lotería y apuesta deportivas, las vez en todas partes) se quien es el señor porque era muy amigo de un jefe que alguna vez tuve y que intento olvidar con todas mis fuerza. El tipo como de unos 78 o más años, esto lo se porque me acuerda a mi abuelo que tiene esa edad, baila sin parar rodeado de un grupo de jovencitas que le estrujaban sus colitas ávidas de cash y alcohol gratis por todas partes al viejito, que bien bobo se sentía jeque árabe o sultán de brunei en pleno palacio de oro. Claro no era el único hombre por ahí, otros banqueros que disfrutaban de otras colitas le aplaudía y daban gritos estruendosos como celebrando los movimientos que hasta el nivel del piso lograba el banquero de los 78.
En el lado opuesto en el mismo VIP me tope a lo lejos otra cara conocida un presidente de una de estas nuevas compañía de loterías electrónicas o como se llamen vestido como siempre implacable. Con una chaqueta marrón, una camisa como de esa Cavalli llenas de flores y adornos extraños que tanto detesto, pantalón crema y zapatos cerrados y con cordones del mismo color de la chaqueta. No puedo explicar porque me fije en él, y percibí de inmediato que intercambiaba miradas o más exactamente coqueteaba de manera extraña con un jovencito que se encontraba par de metros debajo en el área general. Miraba al joven y repentinamente ejecutaba unos movimientos pélvicos que nunca logre descifrar, en eso paso toda la noche. Solo le quitaba la mirada de encima al jovencito cuando alguno de los VIRP lo interrumpía para señalarle alguna colita femenina, a lo que el respondía como si le interesa tanto o más que el muchacho que no podía dejar de ver.

A lado de mi se pasaron la noche dos muchachas, gorditas, algo raras, ambas vestidas de negro y con el pelo pintado de un rubio que solo he visto en las dominicanyork, (dominicanas residentes en Nueva York) me imagino porque solo lo venden en Washington Heights. No hablaron durante toda la noche o por lo menos no las escuche y no se pararon ni para ir al baño. Aunque tenia cara de felicidad, todavía no logro entender por que.

Mi mesa prefiero no describirla. Solo recuerdo gente con una borrachera de miedo, mezclada cual cóctel con una inmadurez predominante y que salía a flote con orgullo a la menor provocación.

La noche llego a su fin!! Yo tuve que esperar a que mis amigos se cansaran de esas luces y música alta que tanto detesto para irme (soy un peatón, después que mi carro terminara inexplicablente sobre una rumba de tierra que emanaba de un hoyo sin señal alguna que abrió la compañía de agua de mi hermosísima ciudad). Sin embargo, sopesé mejor las cosas, mi amiga "conductora designada" graciosamente no estaba en condiciones para llevarme a mi casa, un poco lejos, en las afueras de la ciudad. Le digo que de su casa pido un taxi, cosa que puede haber hecho horas antes y a la que me resistía solo por mis deseos infinitos de ahorrarme esos 200 pesos en un pendejo taxi.

Mi amiga se acuesta llega mi taxi, me monto. El chofer parece simpático, me dice "Hola" yo respondo con lo mismo, no estoy muy parlanchín, la noche ha sido dura. Pero parece que mi taxista no esta para nada cansado y comienza a ponerme conversación. "Y que paso? Estaba de fiesta?" me dice, le respondo que si. "La discotecas son la iglesias de Satanás" me dice el hombre con una cara de película de terror. Inmediatamente pienso: "Coño me jodí un religioso en mi camino, lo que me faltaba en una noche como esta." y suplique, en una muestra más de mi ambigüedad religiosa y de muchas índoles: "Señor si de verdad existes y eres tan misericordioso, quítame a este individuo del camino, cállalo como sea". El hombre no paro, y en el camino a mi casa me contó como estaba iniciándose en la lectura de la Biblia, el muy estúpido llevaba TRES AÑOS leyendo y estudiando la Biblia, y para el eso era INCIARSE. Que no cree en las religiones, porque no se puede ser fanático y me recitaba textualmente fragmentos de la Biblia, donde según él se dejaba entender ese mensaje, por supuesto como todo en la Biblia subliminalmente, diciendo si decir (Esta es la razón por la que ese libro es demasiado aburrido para mi, prefiero los de Bayly, Borris Izaguirre o hasta autoayuda de Miguel Ruiz en el peor de los caso). Mientras el hombre me decía todo esto yo pensaba, recitar textualmente un libro no es un indicio de fanatismo, seria interesante analizarlo. Para cuando llegue a mi casa estaba casi vomitando y con menos deseos de hablar del tema que antes.

Entre a la casa, me tome una Tylenol PM que me encantan porque tumban, con la esperanza de no recordar nada al día siguiente. Pero como siempre, un hombre de tan poca fe como yo no tiene tanta suerte =(